"Layla" es una de las canciones de amor más icónicas del rock, interpretada por Derek and the Dominos, la banda liderada por Eric Clapton. Pero detrás de su inolvidable riff de guitarra y su emotiva letra, se esconde una historia de pasión, deseo y corazón roto que involucra a Clapton y su gran amor prohibido: Pattie Boyd.
El amor imposible de Clapton
A finales de los años 60, Eric Clapton era un músico ya consagrado, amigo cercano de George Harrison, guitarrista de The Beatles. Sin embargo, Clapton cayó perdidamente enamorado de Pattie Boyd, la esposa de Harrison. La atracción se convirtió en una obsesionada pasión no correspondida, pues Boyd permanecía fiel a su esposo.
Inspirado por el poema persa Layla y Majnun de Nezami, la historia de un joven que enloquece de amor por una mujer inalcanzable, Clapton canalizó su propio sufrimiento en la música, creando así "Layla".

La creación de la canción
En 1970, Eric Clapton formó Derek and the Dominos, una banda de blues rock con la que podía explorar su creatividad sin la presión de la fama. Durante la grabación del álbum Layla and Other Assorted Love Songs, Clapton conoció al legendario guitarrista Duane Allman, quien contribuyó con el inolvidable riff de apertura de "Layla".
La canción está dividida en dos partes: la primera, con un riff agresivo y apasionado, representa la desesperación de Clapton por su amor imposible. La segunda, una sección instrumental melancólica, fue agregada después e interpretada en piano por Jim Gordon. Esta parte representa la resignación y la tristeza de Clapton al no poder estar con Pattie.
El desenlace de la historia
A pesar del amor no correspondido, el destino dio un giro inesperado: a mediados de los 70, el matrimonio de Harrison y Boyd comenzó a deteriorarse. Finalmente, en 1974, Pattie dejó a George y más tarde inició una relación con Clapton. Se casaron en 1979, aunque su matrimonio tampoco fue perfecto y terminó en divorcio en 1989.
Aun así, "Layla" sigue siendo un testimonio inmortal del amor apasionado y no correspondido. Su poderosa combinación de letras y música la ha convertido en un himno del rock y una de las más grandes obras de Eric Clapton. Hoy, sigue resonando en los corazones de quienes han experimentado el tormento del amor imposible.